Plena inclusión organiza en Murcia un taller de incidencia política con la administración autonómica y local

Las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo con más necesidades de apoyo no suelen tener muchas opciones a la hora de elegir dónde vivir. Para buscar alternativas a esta situación, Plena inclusión puso en marcha un proyecto de innovación social llamado ‘Mi casa, una vida en comunidad’ donde las personas pueden vivir en barrios con los apoyos necesarios. Ahora, la entidad da a conocer a la administración y a la sociedad cómo está siendo el desarrollo de este proyecto en la Región. Para ello, se ha organizado una jornada este jueves en el Casino de Murcia.

El proyecto se desarrolla en toda España desde 2022 y en Murcia lo están llevando a cabo dos entidades: Ceom, en El Palmar, e Intedis, en Mula. Esta iniciativa busca ofrecer una alternativa a la llamada institucionalización. “Las personas pueden elegir estar en una residencia o vivir en los barrios. Lo esencial es tener alternativas y que ellos mismos puedan decidir”, explica el presidente de Plena inclusión Región de Murcia, Joaquín Barberá.

La jornada albergó la presentación y desarrollo del proyecto, así como diversas actividades grupales. Además, contó con la asistencia de la consejera de Política Social, Conchita Ruiz; el alcalde de Mula, Juan Jesús Moreno; la concejala de Política Social del Ayuntamiento de Mula, Antonia Gabarrón; y la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Alcantarilla, Raquel de la Paz, entre otros.

“Desde la Administración autonómica tenemos un papel clave en la concienciación de la sociedad y en promover y facilitar el trabajo en red de forma coordinada con el resto de las administraciones, para poder ofrecer desde los distintos barrios y pedanías los servicios sanitarios, de infraestructuras y ocio”, declaró la consejera Conchita Ruiz.

Este proyecto ha requerido poner en marcha un sistema que haga posible la vida en la comunidad con apoyos personalizados, es decir, profesionales que ayuden a las personas con discapacidad intelectual a realizar las actividades de la vida diaria. “Buscamos transformar el sistema de atención para que ponga en el centro la decisión y el bienestar de la persona y garantice sus derechos”, añade Barberá.

También hay una parte importante de trabajo en la comunidad, ya que se busca que los miembros del colectivo participen de los recursos y servicios de su barrio y se vinculen con sus vecinos. Se trata, en definitiva, de que las personas con grandes necesidades de apoyo puedan disfrutar de una vida elegida y de los servicios públicos, como cualquier otro ciudadano.

‘Mi Casa. Una Vida en Comunidad’ es un proyecto impulsado por Plena Inclusión España y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, gracias al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, a través de los fondos NextGenerationEU de la Unión Europea.