En la actualidad, lo que para muchas personas es el curso natural de la vida, elegir dónde y con quién vivir, es inimaginable para otros. Las familias, profesionales y personas de apoyo son las que toman decisiones por ellas.
La mayoría de las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo viven en residencias y un número reducido en viviendas pequeñas, con poca gente y en la comunidad. Por lo tanto, las oportunidades de vivir en casas en la comunidad son menores para aquellas que tienen grandes necesidades de apoyo.
A pesar de las recomendaciones europeas y de que la vida independiente y en comunidad es un derecho, en España no hay leyes que lo garanticen y apoyen la desinstitucionalización.
Este es el mayor reto para ASPRONA en la actualidad, que significa que las personas puedan vivir y recibir los apoyos que necesitan en su comunidad y no en espacios segregados, pero sobre todo que puedan tener control sobre sus propias vidas […]
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