No es un adiós, es un hasta luego!
Después de casi un año juntos, nos despedimos de unas personas muy especiales a las que echaremos mucho de menos.
A lo largo de todo este año hemos recibido en nuestro piso a diferentes personas que han hecho las prácticas con nosotros. Nos han acompañado en todo momento, también nos han ayudado y dado la mano cuando más lo necesitábamos.
Desde Yolanda, Miguel, Carlos, Belinda y acabando con Cati… de vosotros hemos aprendido muchísimas cosas y por ello os estaremos agradecidos siempre.
Ester dice que echará de menos que la ayudéis con sus cuadernillos de lectura. Jesús extrañará los paseos por el barrio y por el canal con vosotros, y Rubén dice que cantar y bailar no será lo mismo sin vosotros!
Para despedirnos como se lo merecían, hicimos una fiesta a lo grande…. Hubo muchos juegos, karaoke y pista de baile…. admitimos que lo dimos absolutamente todo
En una fiesta no puede faltar una buena merendola….
Y por último aquí estamos con Cati, ella ya sabe que puede venir a visitarnos cuando quiera, le hemos cogido mucho cariño y sabemos que ella a nosotros también… Ella quería participar en esta publicación y por eso nos ha dejado unas palabras para poner:
“Al cierre de este programa experiencial tengo sentimientos encontrados. Ha sido un año muy intenso pero igual de enriquecedor, que me ha brindado una vista muy íntima de la discapacidad, haciéndome, no sólo una profesional capacitada sino una mejor persona. Por mi parte, no es un adiós, es sólo un hasta luego, porque tanto los chicos como este maravilloso equipo humano de Kairos se quedan en mi corazón.”