Un apagón… que nos trajo la luz!
Una mañana de domingo, la luz se esfumó de nuestro barrio… pero los vecinos llegaron para alumbrarnos, y sobre todo ofrecernos toda su ayuda con el cariño más grande.
El domingo 11 de junio, a primera hora de la mañana vimos que no había luz en toda la calle, y empezamos a pensar qué podíamos hacer, ya que todos los electrodomésticos son eléctricos.
En ese momento, es cuándo comienza la magia del hacer comunidad. Apenas llevamos 4 meses en la vivienda, pero los vecinos vinieron a arroparnos. Alguien llama a la puerta, y era nuestra vecina Mari, acompañada de su marido Pepe. En cuanto ellos se habían dado cuenta de que nadie tenía luz, fueron los primeros en avisarnos y ofrecernos su cocina de gas para cocinar, y nos ofrecieron toda la ayuda que necesitásemos.
Todo esto nos dio la oportunidad de sentarnos a hablar y conocernos, ya en el ambiente de nuestra casa. Es ahí cuándo Cristofer decide invitarles a tomar café juntos. Les preparó una invitación, y horas después fuimos a su casa y se la entregamos en mano.
Todo fue agradecimiento, y es que este tipo de experiencias son lo que significa hacer comunidad, compartir y cuidarnos entre todos. La red de relaciones que deseamos, puede y debe empezar, desde la pared de al lado, con nuestros vecinos.
Desde aquí, un millón de gracias a todas esas personas que contribuyen en sus barrios como vecinos y vecinas, ofreciendo cariño y apoyo. Y por supuesto, muchísimas gracias a Mari y Pepe.